Dialogamos con integrantes de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir que trabajan garantizando el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en diferentes territorios del país. Reflexionan desde el cotidiano de su tarea, sobre los cambios a partir de la sanción de la Ley 27.610 y los desafíos actuales para su plena implementación.
Participan de esta entrevista:
Cecilia Campos. Médica tocoginecóloga. Junín de los Andes, Neuquén.
Florencia Fuentes. Trabajadora Social. Moreno, Buenos Aires.
Verónica Cuevas. Psicóloga. Salta Capital.
Dayana Charra. Trabajadora Social. Villa María, Córdoba.
Marianela* Médica generalista. Belén, Catamarca.
A. C*. Psicóloga. Formosa Capital.
Límbica: En primer lugar queríamos preguntarles cuáles son los cambios más importantes que observaron en sus espacios de trabajo desde la promulgación de la ley Nº 27.610
Cecilia (Neuquén): Creo que lo que vino a modificar en la tarea concreta fue la legitimidad de la práctica. El Hospital de Junín de los Andes era un efector amigable previo a la implementación de la ley donde se garantizaban abortos, pero con cierto nivel de resistencia de algunos sectores. La Ley de IVE lo que vino a hacer es ordenar la tarea, garantizar medicación como un recurso que debe garantizar el Estado (antes el misoprostol lo compraba el Hospital). Otra de las modificaciones importantes que hubo, fue que el Comité de Bioética se encargó de organizar la ley de objetores de conciencia, por escrito, para que haya una información real de quienes somos lxs médicxs que garantizamos la práctica. Me parece que no modificó en términos generales la accesibilidad en este caso, porque era una práctica accesible pero si lo que vino a hacer es darle un valor por fuera de la clandestinidad. Esto se ve reflejado en el momento en que las usuarias solicitan la interrupción de un embarazo. Antes era con un tinte más clandestino, como susurrando en la ventanilla, o de voz en voz llegar hasta un profesional que garantizase la práctica. Ahora las personas que solicitan las interrupciones tienen cierta posición de empoderamiento, tanto fuera, como dentro del consultorio.
Marianela (Catamarca): Definitivamente uno de los cambios que notamos a partir de la Ley son la tranquilidad con la que llegan las mujeres y las formas de consulta. Antes en general llegaban con mucha angustia sabiendo que había una evaluación para ver si accedían o no a la ILE, si estaban o no contempladas por los causales. Desde la promulgación de la Ley notamos que muchas mujeres, a pesar de que nosotrxs estamos en un pueblo con una cultura muy religiosa, han llegado muy empoderadas. Eso se nota en la consulta, mujeres que llegan a solicitar la interrupción y han leído, han buscado, saben de qué se trata y saben que no tienen que explicar, llegan más tranquilas. Para nosotras como equipo de salud también es una tranquilidad poder responder sin tener que estar diciendo si entran o no en salud integral, en riesgo para la vida. Dar respuesta a esta situación de que tenemos una mujer que está decidida y poder acompañarla. Más o menos es la misma cantidad pero las mujeres llegan distinto.
Dayana (Córdoba): Específicamente en el sistema de salud municipal de la localidad donde trabajo el cambio más importante fue la implementación de un dispositivo, de un consultorio para la atención de IVE. A la vez, otro cambio relevante fue empezar a hablar de este tema en los diferentes centros de salud, que se ponga en agenda, que se pueda debatir. Si bien queda corto todavía para lo que se necesita para garantizar la Ley, es un avance.
Verónica (Salta): En nuestro caso uno de los cambios más importantes que podemos destacar es que el Ministerio de Salud de Salta se ha visto en la obligación de garantizar sí o sí las interrupciones legales y voluntarias. Esa es la principal, y también que la población general esta más informada, que es un derecho, que no tienen que explicar tanto por qué solicita una mujer o persona gestante un aborto.
Florencia (Buenos Aires): Hay varios aspectos o cambios en distintas áreas. Por un lado, el tema de la provisión de la medicación. La verdad es que se ha regularizado bastante, respecto del misoprostol concretamente. Ha costado mucho, no se dió automáticamente desde la conquista de la Ley, sino que fue con el pasar de los meses que se ha podido aceitar más la gestión de la medicación y eso ha garantizado bastante más el acceso. Por otro lado, la provisión de anticonceptivos no fue en la misma línea. Durante la pandemia hubo una gran disminución de los anticonceptivos inyectables. Eso hizo que muchas personas perdieran el acceso a su método, que es particular porque no requiere una toma diaria, y tuvieron que ver de qué forma acceder a algún otro método y muchas otras quedaron desprotegidas, porque no llegaron en el medio de la pandemia a acceder a alguna consejería para cambiar el método o a un turno para colocarse por ejemplo un DIU. Hay estructuras de formación, de pensamiento, de modos de hacer salud que no se cambiaron aunque lo que sí pude ver en el Hospital fue un movimiento de más disposición de ciertos servicios o personas que se ven involucradas en el circuito de acceso. Desde la entrega de medicación en la farmacia, administratives que gestionan los turnos, servicios de diagnóstico por imágenes, consultorios externos, servicios de ginecología, a partir de la ley entiendo que se amplió más el espectro de la cantidad de gente que acompaña. Hubo una alerta en el sentido de que no se puede hacer cualquier cosa, por ahí antes eso era un poco más impune. Hoy se entra a una internación de segundo trimestre y ya no se dice “la del aborto”, ahora por lo menos a quienes acompañamos las situaciones, escuchamos que nos dicen “ah vos venis por la IVE o vos venis por la ILE”. Hay un poco más de respeto, de formalidad, y eso está bueno para tener más herramientas para laburar y hacer valer el derecho a la salud también en estas prácticas.
A.C (Formosa): Se abrió un entorno posibilitador, pero por otro lado con enormes limitaciones. Se accede hoy a la IVE en el ámbito público en Formosa pero está lleno de obstáculos para poder acceder. Ya no se judicializa, aunque parezca del medioevo existía esta traba acá, pero no es una cobertura amplia y un acceso universal. Es decir, que si bien se habilitó un entorno posibilitador, garantizado por la ley; existen muchas limitaciones desde los trabajadores, más que nada por cuestiones que tienen que ver con el prejuicio y el estigma.
Límbica: ¿Qué barreras de acceso a la ILE/IVE identifican en el sistema de salud donde trabajan?
Dayana (Córdoba): Dentro del sistema de salud sigue sucediendo que las demandas de IVE no son demandas que se solucionan en un día sino que requieren de un par de consultas y eso, quizás, demora los tiempos. La disponibilidad de la medicación también ha sido un obstáculo. Nosotrxs dependemos del Ministerio de Salud de Córdoba que estuvo enviándonos poco stock por lo que no dábamos a basto. Por otro lado, en lo que tiene que ver con lxs profesionales, nosotrxs somos un equipo interdisciplinario y hay sólo dos médicas que acompañan, el resto de lxs médicos del sistema de salud municipal por ahora no. Eso es un obstáculo, porque a todas las que formamos parte del dispositivo IVE no se nos han sacado otras tareas, entonces muchas veces es una sobrecarga. En cuanto a las semanas de gestación es otro obstáculo porque todo lo que es IVE se puede derivar al hospital pero también es lo que nosotras atendemos en el sistema de salud municipal. Pero lo que es ILE se nos complica bastante porque el hospital regional de Villa María no lo está garantizando, y a veces es necesario articular con hospitales de Córdoba capital.
Marianela (Catamarca): Yo soy médica generalista, somos dos personas que estamos en el equipo de IVE/ILE en la localidad de Belén, Catamarca. Nosotras una de las barreras que tenemos es el tiempo para poder atender a las mujeres porque aún siendo las únicas dos no es que estamos abocadas solamente a esto, sino a un montón de otras actividades. La otra son los profesionales, los compañeros: todos se han declarado objetores. No obstaculizan pero no ayudan, y apenas hay un problema o una situación de una mujer es “bueno no se, arréglense” como si solo fuera un problema de nosotras dos. Encima yo soy generalista y mi compañera es obstétrica, así que nos limitamos a resolver lo que es primer nivel de atención y el resto tenemos que derivar.
Cecilia (Neuquén): Creo que se vio claramente sobre todo en el acceso a ILE, las interrupciones que superaban las 14,6 semanas. Como la ley era muy clara con el límite de la edad gestacional sin justificación, la accesibilidad a una interrupción de más de 14,6 semanas se volvió un poco dificultosa. Con más barreras en todas las instancias, desde la ecografía, gestión de pacientes, los equipos médicos. La provincia de Neuquén en 2021 había realizado una capacitación en fotólisis, una práctica que permite garantizar la práctica desde el segundo trimestre sin límite de edad gestacional. Entonces, ya había conformados equipos, pero después de la implementación de la ley varios de esos equipos establecieron límites aleatorios de edades gestacionales diversas, que tenían que ver con la autonomía de cada equipo. Me parece que es una de las barreras más grandes que tuvo la implementación de la Ley, el abordaje del segundo trimestre. También siento que generó un poco de desorganización de los espacios de militancia, daba la sensación de que ya estaba la tarea hecha y eso hizo que la gente dejara de reclamar por derechos que no se estaban garantizando. Entonces, de alguna manera también silenciaba sectores sociales que reclamaban por ese derecho, porque ya existía la Ley. No hubo una muy buena adaptación a los espacio de trabajo.
Verónica (Salta): Respecto a las barreras de acceso, Salta es una provincia muy diversa en cuanto a lo cultural y geográfico, con zonas de difícil acceso. La principal barrera que encontramos diría que es la geográfica, sobre todo porque les profesionales que vienen garantizando son les mismes que estaban antes de la Ley. En ese sentido, el Ministerio de Salud de Salta no se ha ocupado de trabajar en la sensibilización y la incorporación de más profesionales. Esto hace que personas que viven en localidades donde no se garantiza el acceso a la práctica tengan que trasladarse varios kilómetros para poder llegar a un efector. Como se planteó, esto es más complicado cuando se trata de embarazos de más de 12 semanas que requieren otro nivel de resolución que no sea ambulatorio. Así que una de las principales barreras está asociada con la falta de efectores y de personal designado. En particular, el segundo trimestre sigue siendo un obstáculo, porque hay solamente dos efectores en la provincia que lo garanticen. Uno es el Hospital Público Materno Infantil que está en Salta capital, que es un Hospital de complejidad 4, y otro es el Hospital de Tartagal. Eso hace que sea muy complicado el tema del acceso para las personas que requieren la intervención. Otra cosa que tiene que ver con el segundo trimestre son las barreras burocráticas que se imponen desde el Hospital a las personas que lo solicitan. También está la cuestión técnica, y que no hay AMEU básicamente. No es algo que se ha incorporado como rutina y como buena práctica, entonces a las personas gestantes no se les puede dar muchas opciones en cuanto a la elección del método de interrupción. Otra cuestión a destacar es que no se está atendiendo en equipo integral, sino más bien es una prescripción médica. Nosotres desde la Red hemos pedido que se vuelvan a confirmar equipos psicosociales, para aliviar el trabajo y poder hacer buena consejería en opciones y respetar un abordaje integral.
Florencia (Buenos Aires): En nuestro caso diría que hay dos o tres principales barreras. Un déficit muy grande en el acceso a ecografías a nivel de hospitales y en primer nivel de atención. Está súper por debajo de la necesidad, tanto para IVE como para gestaciones en general es una barrera muy concreta. Falta recurso humano e imagino también ecógrafos. También la unificación de circuitos de las solicitudes. Salvo la Línea 0800 Salud Sexual de Nación, sea por municipios o por efector provincial no está institucionalizado a nivel programático cómo van a ser recepcionadas esas consultas si va a haber un teléfono, un whatsapp, un referente. Fue quedando según como se había armado previamente. Eso a veces dificulta el encuentro entre la persona que solicita y el espacio que realmente va a poder alojarla.
A. C. (Formosa): Las barreras en la accesibilidad, están vinculadas más que nada con la capacitación que si bien existe no es la necesaria y con la continuidad que se requiere. A la vez hay posturas anacrónicas, prejuiciosas y estigmatizantes del personal de salud que no garantizan la plena accesibilidad. Las mayores dificultades se dan cuando ha pasado el primer trimestre. La consejería no es algo que se haya ampliado en todos los niveles y en todos los efectores, sino que sigue dependiendo de la sororidad e idoneidad del personal de salud que atienda a esa persona gestante. Con relación a las barreras geográficas, históricamente derivaban desde los hospitales del interior hasta el Hospital de la madre y el niño, y cuando llegaban al hospital, llegaban tarde. En esto sí ha cambiado, ya no se derivan del interior a Formosa capital, salvo cuando se trata de procesos de gestación que han pasado los tres meses. En nuestro hospital, cuando es dentro del primer trimestre sí ha mejorado la accesibilidad y se amplió la cobertura, pero no en la medida que uno quisiera. Uno no quisiera que lleguen al hospital, y si llegan es porque hubo alguna falla en algunos de los efectores del primer nivel y porque no ha funcionado a tiempo la consejería.
Límbica: Con respecto a la formación y capacitación de lxs trabajadorxs de salud, ¿Se está garantizando?
Florencia (Buenos Aires): Desde el Programa de Salud Sexual de la Provincia de Buenos Aires se garantizaron capacitaciones este año y el año pasado también desde Nación. Ahí se participó con la Red de Profesionales en formación de capacitación conjunta, fue un proceso muy interesante porque se armaron cuatro módulos de formación que tuvieron que ver con mitos y recepción de situaciones de IVE/ILE en el sistema de salud, uso correcto de medicación, abordaje de la entrevista, métodos anticonceptivos, marco legal en general. Esa información está subida a la página de la Red, es material de consulta a tener en cuenta. Fueron virtuales y tuvieron bastante convocatoria. Este año también se hicieron virtuales, a nivel de Provincia de Buenos Aires, y tuvieron que ver con el uso del Combi-Pack de mifepristona y misoprostol aprobada recientemente. Lo que surgió en esas capacitaciones, y en la Red lo venimos trayendo también, es la necesidad de pensar en todos los apoyos no farmacológicos de las internaciones, sobre todo de segundo trimestre. De los acompañamientos en general IVE/ILE y de todo aquello que hace que esas situaciones de internación no sean una situación de tortura y vulneración de derechos. Entonces más allá del uso de la medicación hay otras cuestiones de cuidado que aún no están ingresando en esas capacitaciones y que surgieron como necesidad e insistiremos para que estén. Lo mismo los trabajos interdisciplinarios, esa necesidad de abordaje no está necesariamente planteada en las capacitaciones y hay una necesidad de mirar la atención de las interrupciones que corre del eje de formación que hasta ahora se ha tenido, por lo menos a nivel de los servicios de tocoginecología, principalmente hablando de segundo trimestre, como una situación que no es meramente técnica (también podrían ir otros sucesos de la vida de la salud sexual incluido embarazo, parto, puerperio y demás). Además reconocer la valoración del trabajo de otras protagonistas de esos acompañamientos como son las enfermeras, por ejemplo, que son quienes están la mayor parte del tiempo, intercambian con la persona y sus familiares, conocen su historia por ellas mismas. Hay necesidad de incluir formación para esos equipos y ni hablar de la contención por Salud Mental o situaciones que tienen que ver con violencia de género. Yo soy trabajadora social y tenemos mucho que aportar a esos acompañamientos amorosos y cuidados.
Verónica (Salta): En la época previa a la Ley, cuando había ILE, teníamos capacitaciones mucho más fuertes, integrales y participativas de los equipos amigables. Desde que hay ley ha habido una o dos reuniones del Ministerio con los efectores que están en territorio pero nada sostenido. Las capacitaciones que tenemos son las que ha brindado la Red online y Nación también en forma online, pero localmente no se ha hecho nada. Sí sé que hubo una capacitación en asistolia para las médicas que están en segundo trimestre, eso se logró por presión del movimiento feminista y el Ministerio arbitró los medios para que se capaciten.
Cecilia (Neuquén): Diría que se garantizó en un comienzo, hubo un impacto después del 2021 y fue decayendo con el tiempo. Hoy hay un equipo pequeño, por lo menos donde estoy yo, que garantiza pero no está esto que existía previo a la implementación de la ley de la demanda constante de capacitación, información, formación. La Ley fue el resultado de la lucha colectiva de muchos años pero también silenció la posibilidad de seguir avanzando en la garantía de otros derechos. Como Red tuvimos la posibilidad de tener reuniones con el Ministerio de la Nación en donde podíamos hacer ciertos reclamos, y había una lectura diferente desde el Ministerio de situaciones que ya consideraban resueltas. En el territorio las compañeras que estábamos garantizando podíamos ver que había escasez de métodos anticonceptivos, de misoprostol, falta de equipos capacitados en abordaje interdisciplinario. Porque no sólo es acceso a la medicación, sino a un abordaje integral, amoroso y seguro de la práctica. Entonces se dieron capacitaciones virtuales a nivel de ministerio, multitudinarias, pero que creo que no se veían del todo reflejadas a la hora de la tarea en territorio.
Dayana (Córdoba): Si, hubo capacitaciones al principio, al tiempo que se promulgó la Ley y salió el protocolo. Varias capacitaciones que bajaron desde el Programa Nacional de Salud Sexual y quienes conformamos el equipo de IVE las hicimos. Pero fue una bajada que queda en la voluntad de cada profesional si la realiza o no, no fue algo que se solicitó sí o sí hacerlo. Y, por otro lado, nosotras hicimos unas capacitaciones para todxs los profesionales de los centros de atención primaria de la salud de acá, de Villa María, para explicarles el marco legal y cómo funciona el dispositivo de IVE. Pero siempre es para quienes quieren participar.
A. C. (Formosa): Se ha dado una capacitación, pero son capacitaciones puntuales, esporádicas, no de una manera continua y sostenida que es lo que garantiza una transformación a nivel de las prácticas. De tal manera que eso revierta en transformaciones institucionales y las instituciones sean entornos facilitadores que garanticen el acceso a la IVE sin necesidad de recurrir a pasos burocráticos.
Marianela (Catamarca): En lo referido a la capacitación que va dirigida a nosotras como equipo de trabajo dentro de ILE /IVE formamos parte del equipo de ENIA y ahí es donde surgió toda una capacitación, el identificar la necesidad, el comenzar a trabajar, se nos garantizará la capacitación inicial, viajamos a Bs. As. a ver como trabajaban equipos tanto de Capital como del Conurbano y permanentemente estamos recibiendo capacitaciones del Ministerio de salud y del equipo de ENIA. Con respecto a la capacitación para el resto de los profesionales se dieron unas inicialmente. Nosotras optamos por recorrer: estamos en un departamento muy grande con muchas barreras geográficas, con centros de salud alejados y que muchos son comunidades originarias, así que lo que hicimos fue un trabajo de hormiga de ir centro por centro y trabajar con cada equipo local. La verdad que tuvimos una excelente respuesta en cuanto a derivación de pacientes de todos los centros, incluso de los más alejados.
Límbica: Para terminar, nos gustaría saber su perspectiva sobre cómo debería continuar el proceso de implementación de la ley de IVE para garantizar el derecho al aborto de todas las personas en su territorio.
Dayana (Córdoba): Para mí es muy importante una bajada de línea clara tanto a los hospitales como a los municipios sobre las obligaciones que ya sabemos, pero que al no haber un control, queda a la voluntad y decisión política de cada lugar. Por eso, me parece que lo que debería continuar sería que hubiese, desde el Ministerio provincial sobre todo, una bajada de línea clara sobre la aplicación de la Ley, junto la provisión de insumos, no sólo materiales como es la medicación, el misoprostol o el combinado, sino también de capacitaciones en todas las localidades. Y desde los feminismos, la militancia, seguir poniendo el tema en agenda, ejerciendo esta presión social con la que se logró la promulgación de la Ley. Me parece que es necesario seguir activando en ese sentido para poner el ojo en el sistema de salud y en cómo se están o no garantizando estos derechos. Por último, desde que se promulgó la Ley hay una mayor garantía en muchos espacios y hay más espacios que garantizan, pero a la vez están conformados con las y los profesionales de la salud que ya formábamos parte de la Red. Dejarlo a la voluntad de quienes quieran aplicarlo, no destinar profesionales específicamente para estas atenciones, lo hace más pesado y es poner el cuerpo constantemente dentro de un sistema de salud que es hostil hacia lxs profesionales que queremos garantizar tanto IVE como ILE. En cada institución son dos o tres y esto va haciendo que se desgaste a esxs profesionales. No son los municipios, ni los gobiernos quienes están garantizando IVE sino que somos lxs mismxs profesionales que militamos que tenemos la convicción de la importancia de este derecho quienes lo estamos garantizando con nuestros cuerpos y con nuestro laburo.
Marianela (Catamarca): En nuestro caso incorporar a alguien más, sumar alguien con un perfil social a nuestro equipo sería vital para poder acompañar mejor. El equipo de Salud Mental del hospital nos ayuda en situaciones puntuales. También profesionales ginecólogxs que quisieran acompañar e ir más allá de la semana 13 que es hasta donde nosotras podemos resolver. También tener un consultorio, estamos siempre como de prestado para poder resolver la consulta. Necesitamos que se vea el acceso a ILE e IVE desde el sistema de salud local como una necesidad más, como otro servicio más que necesita ser realizado, y no como si fuera un favor a las mujeres. Que haya realmente desde la política pública local una decisión, que tengamos un consultorio destinado, con horarios más flexibles, con nuestra disponibilidad horaria más abocada a esto para poder hacer el acompañamiento de todo el proceso. Nosotros hacemos seguimiento activo de las mujeres cuando no vuelven en forma telefónica y todo eso lleva tiempo, que en general lo hacemos en nuestras casa, con nuestras cosas. En resumen, que desde las políticas públicas se favorezca la implementación del consultorio de una manera más integral para dar respuesta.
A. C. (Formosa): Lo que falta, capacitación continua, un monitoreo de la implementación a nivel de las prácticas institucionales. Que haya una buena articulación entre la Dirección Provincial de Salud Sexual y Procreación Responsable y los efectores del primer, segundo y tercer nivel. Que se facilite la provisión de los medicamentos necesarios para acceso a la IVE y a la ILE sin requerir ningún tipo de proceso de internación. Concientización de que se trata de un derecho y que como profesionales de salud tenemos que garantizar ese derecho y para eso también tiene que haber un convencimiento de los directores y responsables de las políticas públicas. E insistir además con la difusión en los medios públicos para que la población pueda conocer ese derecho. Tienen que estar esas dos partes, tiene que estar el prestador capacitado, concientizado y receptivo a la demanda, y la población tiene que estar concientizada y empoderada en el conocimiento de sus derechos para poder exigirlos. Creo que es algo que lleva tiempo para una transformación efectiva y continua de las prácticas desde una perspectiva de género, derechos y accesibilidad.
Florencia (Buenos Aires): Respecto de la implementación falta garantizar un montón de cosas respecto de los circuitos, de la formalización de la atención, de ser tomada como parte de la atención en salud de una forma seria y responsable. Eso es un trabajo que falta y no tiene que ver con quienes lo llevan adelante sino el encuadre y el marco en el que se realiza. Entonces, empezar a pensar las políticas públicas del cuidado, que puedan reflejar la necesidad de las personas y que tengan en cuenta la particularidad de los territorios, y esa voz la trae el diálogo con las organizaciones ¿Por qué no hay, por ejemplo, equipos de atención en segundo trimestre estipulados, formados? ¿Por qué a partir de la Ley no se armaron equipos específicos de ILE/IVE con carga única para eso, cuya única responsabilidad sea esa población? Creo que el desafío para los próximos años consiste en mostrar que se necesitan recursos y políticas serias, que no se hace en abstracto. La responsabilidad es estatal y hay que poner los recursos.
Verónica (Salta): Hacen falta respuestas muy sistémicas, primero de la mano de la formación y capacitación para seguir sensibilizando al equipo de salud sobre todo las áreas de enfermería y administración; y para seguir fortaleciendo los equipos en territorio. Los equipos tienen mucho para aportar, tienen que ser formaciones que no sea solo bajada de conceptos, sino que también se pueda recuperar las experiencias de los equipos. Y bueno, principlamete trabajar fuertemente en incorporar mas profesionales que acompañen y garanticen pensando en la calidad del acceso al derecho al aborto. Porque si podemos decir que se ha adelantado un monton en la concreción de los abortos en la provincia de Salta, pero como Red pensamos que esto no tiene que ser a cualquier costo, sino con acompañamiento de calidad, feminista y centrado en las personas gestantes.
Cecilia (Neuquén): Es necesario que pueda ser implementado como una práctica más, por fuera del estigma que tenía la interrupción del embarazo históricamente, y esto tiene que ver también con el proceso de formación a nivel universidad, residencias. Tiene que ser una práctica médica más, y no sólo médica, en donde podamos hacer un abordaje con perspectiva de derechos, con un acompañamiento integral, en que las personas gestantes puedan acceder al ejercicio de decidir sobre sus cuerpos de manera libre. Libre, con respecto al juicio externo. Libre con respecto a mandatos de maternar. Creo que históricamente las personas útero portantes no tenemos el ejercicio de tomar decisiones sobre nuestros cuerpos, sobre todo a nivel hospitalario. Va a ser un cambio que va a llevar un tiempo la posibilidad de que hagamos el ejercicio en las instituciones de salud de acompañar a tomar decisiones y no de decidir sobre el cuerpo de las demás personas. Ese punto me parece fundamental para la interrupción y para cualquier otra práctica que empodere, y que genere la posibilidad de decidir sobre nosotras mismas.
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La Red de Profesionales por el Derecho a Decidir está conformada por más de 2000 profesionales en toda Argentina, un entramado feminista dentro del sistema de salud que garantiza los cuidados.
Hoy, decidir abortar es legal hasta las 14 semanas y luego de ese plazo, es legal por causales (podés consultar “Guías y protocolos” – Ley 27.610 en su página web).
*Las profesionales solicitan conservar sus nombres en reserva