Dicen que San Juan es un desierto,
que no hay verde, sólo piedras.
Dicen que San Juan es inflexible.
Pero está: veo el verde que se mueve.
El verde vida, el verde cambio, está! 1
Quienes militamos en San Juan nos acostumbramos a escuchar y leer comentarios que retratan a esta provincia argentina como un territorio de tradiciones machistas, contraria a los derechos de las mujeres y las diversidades. Claro, no son novedad las graves omisiones y negaciones en la garantía de estos derechos por parte de funcionarios públicos y representantes políticos locales. Con relación al derecho al aborto, por ejemplo, a diferencia de otras provincias de Argentina, en San Juan no hubo adhesión a políticas públicas nacionales ni elaboración de políticas provinciales para el acceso a interrupciones legales del embarazo (ILE), y en el año 2012 se decretó la prohibición de la venta de misoprostol en farmacias, siendo San Juan junto con Mendoza las únicas provincias del país con una restricción de este tipo2.
Numerosas acciones y omisiones estatales le dieron forma a una política oficial sobre nuestras vidas, cuerpos y sexualidades, cuyos efectos precarizantes se distribuyen y nos afectan de manera desigual, de acuerdo a nuestras diferentes posiciones y disponibilidades. Pero, lejos de ser totalizante, esta política ha dejado intersticios por los que los movimientos feministas, en alianzas con trabajadorxs de distintos sectores, hemos podido generar otras políticas desde y para nuestras vidas.
Así, frente a cada una de las medidas de gobierno, logramos manifestarnos y reclamar el respeto de los derechos establecidos, mostrar las condiciones de vulneración de mujeres y diversidades y exigir decisiones políticas que reconozcan y atiendan estas situaciones. Es por esto, porque resistimos y re-existimos, que queremos disputar esa representación de San Juan contraria a los derechos de mujeres y diversidades que, entendemos, forma parte de una estrategia del poder hegemónico que pretende crear la imagen de una sociedad homogénea a la medida de sus intereses. Es por esto que sostenemos que es preciso distinguir a cierta dirigencia política sanjuanina, que se ha mantenido en la posición de guardiana de una estructura social que precariza y vulnera nuestras vidas, antes que generalizar bajo esta representación a todo el territorio de San Juan.
Para poder disputar este sentido hegemónico también vemos necesario poner de relieve nuestras experiencias locales de organización política que sostienen otros modos de habitar y estar con otrxs. Con este propósito quisiera compartir algunas acciones que realizamos junto con la colectiva Las Hilarias Socorristas en Red3, tendientes a generar un terreno propicio para ampliar y mejorar las circunstancias de aborto en la provincia.
Las Hilarias formamos parte del movimiento feminista y transfeminista sanjuanino, y desde el año 2014 brindamos información y acompañamos a quienes deciden abortar en este territorio cuyano. Al igual que todas las colectivas que integran Socorristas en Red, sostenemos una línea telefónica pública atendida por nosotras mismas, donde recibimos llamadas de habitantes de cualquier rincón de San Juan que necesitan abortar o que requieren información sobre aborto. Al comienzo no fue fácil difundir nuestro número públicamente: tardamos unos meses en superar el miedo a la criminalización y prepararnos para hacernos públicas. Dos elementos fueron clave para ello: el ímpetu4 que sentíamos al entrar en contacto con esas historias silenciosas de quienes nos llamaban pidiendo ayuda, ese ímpetu que nos decía que algo podíamos y teníamos que hacer; y el apoyo feminista dentro y fuera de nuestra pequeña frontera, que nos enseñaba que no estábamos solas tramando este activismo cotidiano. Desde ese momento, algo en esta realidad social fue cambiando, y en nosotras también.
“Hay abortos en San Juan”. Estrategias de visibilidad frente a políticas de negación y homogeneización
Por mucho tiempo, los discursos oficiales se construyeron invisibilizando y negando el aborto como una práctica existente en la provincia. En su lugar, han afirmado la existencia de una supuesta mayoría de sanjuaninxs que se oponen a la práctica, y en cuya representación deben legislar y gobernar.
Frente a estas políticas de negación y homogeneización, feministas, referentes sociales, artistas, académicxs, profesionales de la salud, personas que atravesaron un aborto o que conocen a alguien que lo hizo, vienen contribuyendo al reconocimiento de esta práctica social con distintos tipos de acciones. Con este propósito, desde Socorristas en Red apostamos a una política donde los testimonios y las experiencias de quienes abortan pasen al centro de la escena pública. Como parte de estas estrategias, trabajamos en la difusión de relatos de aborto en primera persona y elaboramos conocimientos a partir de las experiencias concretas de abortar y de acompañar a quienes abortan en casi todo el territorio nacional. Una de las formas organizativas que nos permite llevar adelante estas acciones es la sistematización de acompañamientos, uno de los únicos registros de este tipo del país.
La sistematización implica el trabajo colectivo de todxs lxs integrantes de esta Red, y permite comprender quiénes son las personas que acompañamos a abortar, cuáles son sus circunstancias y cómo es esta experiencia en contextos particulares. En San Juan, Las Hilarias hemos realizado presentaciones públicas de estos datos en cátedras universitarias, ante autoridades públicas y profesionales de la salud, en medios de comunicación, entre otros ámbitos. Esto nos permitió establecer diálogos con sectores estatales, educativos, sanitarios, mediáticos, y avanzar en alianzas estratégicas basadas en conocimientos congruentes y fundamentados en la realidad social de quienes abortan.
La divulgación de la sistematización de acompañamientos también nos ayudó a desmitificar el imaginario hegemónico que estigmatiza el aborto y a quienes se vincula con la práctica, principalmente a quienes deciden abortar, mostrando la heterogeneidad de sus circunstancias de vida. Así, los datos revelan que sí hay abortos en San Juan, y que quienes abortan son personas que habitan en todos los departamentos y localidades sanjuaninas; que tienen diferentes niveles de estudio; que son personas sin trabajo y/o con mínimos ingresos económicos, así como también personas que trabajan y ejercen distintas profesiones, incluidas profesionales del sistema de salud o personal de la policía; que abortan personas religiosas, que abortan personas de diferentes edades; que muchas son madres y han sufrido violencia de género y que las niñas y adolescentes sufren enormes vulneraciones a sus derechos cuando se les niega la posibilidad de abortar5.
Junto a otras numerosas acciones y campañas de organizaciones y activistas locales y nacionales, fuimos sacando el aborto del mundo de lo privado, haciendo audibles vivencias silenciadas por años, décadas incluso, disputando sus sentidos negativos y proponiendo narrativas otras que desestigmaticen y resignifiquen el aborto como una práctica amorosa y cotidiana.
Alianzas feministas frente a la desidia gubernamental
Fue en el adverso escenario de la pandemia, cuando las restricciones a la circulación y las medidas de aislamiento por el Covid 19 dificultaron la autogestión de abortos, que feministas y trabajadoras de la salud comprometidxs con estas luchas pudimos abrirnos caminos para conformar los primeros equipos de ILE en la provincia6.
Los años que precedieron este momento estuvieron desbordados de acciones públicas y políticas: fueron los años de la marea verde que alcanzó a todo el país. Gracias a eso teníamos el apoyo suficiente, las alianzas necesarias y el ímpetu feminista inclaudicable, para que el aislamiento no signifique dejar en soledad a quienes necesitaron abortar durante la pandemia.
En San Juan, apoyándonos en las directrices sanitarias internacionales acatadas por el gobierno nacional que establecían la interrupción legal del embarazo como servicio de salud de emergencia y esencial, avanzamos en el armado de un circuito combinado de atención y acompañamiento de abortos. En él, la línea de atención telefónica de Las Hilarias siguió funcionando como el primer contacto para quienes necesitaban abortar, que ya nos referenciaba como un espacio de ayuda. “Estamos Cerca” fue la consigna que sostuvo la difusión de todas líneas telefónicas de la Red durante ese tiempo particular, para que quien necesitara abortar supiera que el aislamiento no era un impedimento y que contaba con nuestro acompañamiento también en ese contexto. Además, como parte de esta campaña, desde Socorristas en Red publicamos una recopilación de relatos de personas que abortaron acompañadas por socorristas durante los primeros meses de aislamiento por COVID 19, que daban cuenta de que abortar en pandemia no solo era posible, sino que era un derecho y podía hacerse de forma cuidada7.
Luego de contactarse con las telefonistas y coordinar un taller informativo, las socorristas realizamos dichos talleres de forma virtual, por llamada telefónica o por videollamada, según las posibilidades. Allí, recomendábamos asistir al centro de salud más cercano al lugar de residencia de quien iba a abortar, entre los cinco que pudieron conformar en San Juan aquellas profesionales médicas, trabajadoras sociales y psicólogas garantes de abortos (el uso del femenino indica que solamente trabajaron mujeres en estos comienzos). No sin dificultades, la medicación necesaria para abortar, de distribución legal y gratuita, fue entregada en estos centros sanitarios. El procedimiento podía ser realizado en las casas, por lo que, al momento de hacerlo, las socorristas continuábamos el proceso de acompañamiento telefónico tal como lo hacíamos desde hacía años.
Poco a poco el circuito incluyó también la derivación a los centros de salud desde la línea de asesoramiento en salud sexual del Ministerio de Salud de Nación, un 0800 gratuito que en la pandemia estalló de consultas desde todo el país. También, las profesionales de salud con quienes articulamos comenzaron a recibir cierta “demanda espontánea”, como ellas llaman a quienes acuden a una consulta por su cuenta. La información comenzaba a circular: de boca en boca, por redes sociales, por líneas telefónicas informativas; múltiples pequeñas acciones más o menos articuladas entre distintas grupalidades y sujetxs, fueron filtrándose por las pequeñas grietas de la desidia gubernamental.
Las experiencias de organización feminista local, de trabajo conjunto y de difusión que llevamos adelante profesionales de la salud y organizaciones durante ese 2020, significaron la antesala para la implementación de la Ley de IVE en San Juan a partir de 2021. Sobre la base de este proceso se fue ampliando la construcción de legalidad del aborto en nuestra provincia.
Ampliando los acompañamientos feministas a quien decide abortar como un modo de militar la Ley de Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo
Son varias las personas y agrupaciones que desde hace años se vienen organizando para ayudar en sus procesos de aborto a quienes lo necesitan. En San Juan, Las Hilarias Socorristas en Red lo hacemos desde el año 2014. En el año 2018 la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir se organiza en torno a la atención pre y post aborto, y ya desde el año 2020 empieza a garantizar el acceso a la práctica en el sistema de salud.
Quienes acompañamos a personas que abortan compartimos saberes sobre cuidados a tener en cuenta durante el proceso, traspasamos fronteras para achicar las disparidades en el acceso a procedimientos seguros de aborto, ponemos nuestros estudios y herramientas profesionales al servicio del hacer colectivo. Al participar de estas experiencias asumimos el compromiso de apoyar/sostener la posibilidad de múltiples experiencias de aborto, de afirmar su realidad y hacerlas inteligibles, oponiéndonos al discurso de descrédito y omisión que por mucho tiempo mantuvo la clase política en cuanto al aborto.
Con la legalización del aborto a finales del 2020, no pocas voces se preguntaron por el futuro de las organizaciones que veníamos realizando la tarea de acompañar a quienes abortan desde hace años. Incluso hubo agradecimientos a esta labor, que sonaban a una despedida de la escena política feminista concerniente al aborto: parecía que con la ley el trabajo de nuestras organizaciones perdía su razón de ser. Pero los feminismos y transfeminismos aborteros, particularmente Socorristas en Red, desde hace años dejamos de pensarnos a nosotrxs mismxs como un “mientras tanto” hasta que salga la ley. Comprendemos que las leyes no son directamente traducibles a la realidad una vez sancionadas. Y si bien sostenemos que son una conquista necesaria por la que luchar, tampoco son el horizonte último de nuestras luchas. Es por esto que seguimos acompañando a quienes deciden abortar, cómo y dónde decidan hacerlo, de forma autogestiva o en el sistema de salud.
“Hacer vivir la ley”, “ley que es texto y más que texto”, “la ley más colectivamente luchada”, ley que hay que “expandirla, cuidarla, impulsarla, alojarla, abrazarla, hacerla de y con puentes y exigirla para que viva”, para que viva el “aborto legal, libre, cuidado y feminista”8. Con estas consignas, posteriores al reconocimiento del derecho al aborto voluntario y legal en Argentina, las socorristas apostamos a una dinámica feminista cuyo horizonte trasciende la separación entre Estado y sociedad para apropiarse de las políticas y encarnar lo político, habitarlo con sus contradicciones, tensiones y desafíos.
Es así que hoy vemos a integrantes de organizaciones sociales de San Juan, como centros culturales, sindicatos, etc., que habitualmente no trabajan en acompañamientos de aborto, devenir en referentes clave para difundir la ley en sus lugares de trabajo y militancia. Y no solo porque son consultadxs por quienes necesitan abortar, sino porque responden a ese llamado de una forma particular: solicitando información a quienes venimos trabajando el tema, difundiendo los espacios de atención y acompañamiento, e incluso acompañando.
Por esto, aunque digan que San Juan es inflexible, en este territorio esta ley ya es más que ley. Y pudo ser desbordada porque se hizo cuerpo, acciones y pensamientos, mucho antes de su sanción. Hoy forma parte de una estrategia colectiva de organizaciones y activistas que trabajamos cotidiana y diariamente, doméstica y públicamente; pero también forma parte de una forma de racionalidad, una disposición a actuar y pensar de un modo feminista. Así, teniendo en cuenta este recorrido, creemos que el movimiento feminista, en vinculación con otros sectores clave, seguirán impulsando el derecho al aborto, por un lado y, por el otro, desarrollando estrategias para sortear las limitaciones que suponen los dispositivos de poder, planteándonos un horizonte en el que continuar involucrándonos colectiva y creativamente para que vivir en mejores condiciones sea posible.
* Yanina Iturrieta es socióloga, docente e investigadora en la Universidad Nacional de San Juan. Integra Las Hilarias, una colectiva que forma parte de Socorristas en Red, la articulación feminista de colectivas de Argentina que brinda información y acompaña a personas que han decidido abortar para que lo hagan de manera segura y cuidada.
Notas
[1] Fragmento que integra un audiovisual producido por comunicadoras sanjuaninas integrantes de la Mesa por el aborto Legal de San Juan. Publicado en el Facebook de Ni Unx Menos el 9 de diciembre de 2020. https://www.facebook.com/NiUnaMenosSanJuan/videos/756235378437826
[2] Algunos aportes de este texto se incluyeron en “‘Dicen que San Juan es un desierto’. El proceso de legalización del aborto en San Juan”, disponible en: https://petas-unsj.org/2022/09/21/dicen-que-san-juan-es-un-desierto-el-proceso-de-legalizacion-del-aborto-en-san-juan/#_ftn1
[3] Para conocer más de Socorristas en Red ver https://socorristasenred.org/
[4] Esa fuerza que, como describe Sara Ahmed, nos mueve a la acción política y nos hace crecer colectivamente.
[5] Ver: Presentación de la sistematización de acompañamientos a abortar de Las Hilarias Socorristas en Red 2020, disponible en https://www.facebook.com/watch/live/?ref=search&v=452494479103742; Iturrieta, Y. (2021a). La política feminista del cuidado de Socorristas en Red. Experiencia organizativa y sistematización de acompañamientos de Las Hilarias en San Juan. Revista Tramas Sociales, 3(3), 101-133. http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/tramassociales/article/view/618
[6] Iturrieta, Y. (2021b). Estrategias de organizaciones feministas para la ampliación del acceso a ILEs en San Juan, en el marco de la pandemia por COVID-19 [Ponencia no publicada]. XIV Jornadas de la Carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Argentina.
[7] “Estamos cerca” incluyó relatos de mujeres acompañadas en San Juan. Todos los relatos se encuentran disponibles en https://socorristasenred.org/estamos-cerca/.
[8] Consignas presentes en declaraciones de Socorristas en Red de 2021 y 2022, posteriores a la aprobación de la Ley Nacional 27.610 que reconoce el derecho al aborto voluntario y legal. Ver en https://socorristasenred.org/category/declaraciones/