Desde nuestro colectivo -y desde muchos otros que acompañamos en el territorio- entendemos que toda sustancia es política.
Hace algunas semanas, en el contexto de la campaña electoral de las elecciones 2021 en Argentina, la diputada electa por el partido que gobierna la Ciudad de Buenos Aires dijo que no es lo mismo fumar un porro en Palermo, como momento de distracción con amigues o sole, que vivir en un barrio popular, rodeade de narcos y que te ofrezcan un porro. Claro está, no es lo mismo. La candidata se refería con estas palabras a la discusión sobre la legalización de la marihuana para consumo personal y su opinión estaba en concordancia a su ideología política: la de privilegios y placeres para poques, y la criminalización y estigmatización para muches.
Imagínense vivir a la intemperie en el espacio público de la ciudad más rica del país, ignorades por el Estado, discriminades por la sociedad que la transita y perseguides por las fuerzas de seguridad y los organismos de control urbano. Imagínense todo eso y ahora piensen que de las 7.251 personas que viven en situación de calle en la Ciudad de Bueno Aires (según el Censo Popular de Personas en Situación de Calle del año 2019 realizado por organizaciones sociales) el 20% son mujeres, el 1% son personas trans y 871 son niñes. A este grupo de mujeres, personas LGBTQI+ y niñeces, se le agrega el impacto de la vigilancia constante de los organismos de protección de los derechos de niñes y adolescentes, de la violencia patriarcal ejercida por varones cis que están o no en situación de calle y la tortura de la policía.
Imagínense no tener red de contención familiar o vincular y estar atravesades por una problemática de consumo en un territorio donde la oferta de sustancias está siempre a la vuelta de la esquina; donde la pasta base es exhibida en la villa, en el centro, en el obelisco y la puerta de los hospitales; donde ninguna -queremos decir, ninguna- política pública fue pensada y aplicada con perspectiva de género.
¿Por dónde se empieza un acompañamiento? ¿Qué es acompañar? Acompañar es político porque requiere de estar presente (con el cuerpo, principalmente) de habilitar la escucha, de pensarnos colectivamente y de trabajar nuestras propias frustraciones ante lo que se presenta como realidades aparentemente irremediables.
Un acompañamiento consta de dos partes: le acompañante y le acompañade. Ambes nos encontramos en la construcción de un vínculo que se asienta en la confianza, en el cariño y en el aprendizaje. Ningune de nosotres trae consigo el conocimiento completo sobre las cosas de la vida, menos sobre las vivencias más hostiles e injustas. Encontrarse con une otre que lo primero que te pregunta es cómo estás o qué necesitás una tarde cualquiera en la guardia de un hospital puede inaugurar un proceso de acompañamiento novedoso.
A partir de ese encuentro comienza la parte más extensa pero enriquecedora de nuestra militancia: pensar colectivamente nuevos modos de acompañar, de vivienda, formación y activismo transfeminista. Y encarar ese proceso también es una decisión política porque entendemos que lo que se nos presenta y ofrece como única alternativa no sólo no es suficiente, sino que no es posible. Si las políticas públicas requieren del aporte de una dosis social para ser lo más completa que se pueda, en la Ciudad de Buenos Aires falta mucha consulta popular. Nuestra tarea es entonces posicionarnos en ese acompañamiento codo a codo como estrategia que amortice la violencia institucional, que impulse el acceso a derechos y audite el trato digno de todes nuestres compañeres.
Sabemos que este número de la revista versa sobre consumos problemáticos desde una mirada transfeminista y que quizás lo mencionado en los párrafos anteriores no es estrictamente de la temática. Nos interesaba exponer la complejidad de una problemática en la que, como dice el dicho, muchas veces el hilo se corta por lo más delgado. Retomando el inicio de este humilde aporte, toda sustancia es política y como tal las drogas que están disponibles para el consumo de las clases populares tienen también un fin político asociado. Debido al rápido deterioro de los lazos sociales que conlleva para la persona, el aislamiento o la obstaculización deliberada del acceso a una asistencia integral enmarcada en una política de Derechos Humanos, el silencio de las angustias más profundas, la reacción de los cuerpos atravesados por incontables violencias.
Ahí, justamente ahí, aparecemos nosotres. Envalentonades por el paradigma de la reducción de riesgos y daños salimos a las calles a encontrarnos con las mujeres y personas LGBTQI+ para organizarnos política y colectivamente y pensar otras alternativas más transfeministas, más amorosas, más comunitarias. Por suerte, así como nos hemos dado la jeta con la expresión más dura de un Estado expulsivo también nos ha tocado articular, conspirar y agenciar con profesionales sensibles y comprometides que han participado de la tarea en el sentido más generoso para nuestres compañeres.
No desconocemos el recorrido que falta en el camino de la ampliación de derechos para las mujeres y personas LGBTQI+ en situación de calle y consumo problemático de sustancias. Pero estamos convencides de que una vida saludable no es estar cuerdo o limpio (únicamente) sino también rodeade de una red de afectos políticos dispuestes a sentarse una y otra vez a pensar juntes cómo queremos protagonizar nuestras propias historias.
* No Tan Distintes – Mujeres y Personas LGBTQI+ en situación de vulnerabilidad social es una organización social transfeminista que se formó en 2011 para acompañar a mujeres cis y trans, lesbianas, travestis e identidades no binarixs que estaban en situación de calle, agotades de sufrir todo tipo de violencias y de encontrar sus derechos completamente vulnerados.
Hoy, la organización está conformada por una diversidad de compañeres de distintas clases sociales, con diferentes experiencias y saberes. Nuestra red de afectos y recursos imagina, crea e impulsa nuevos proyectos de vivienda, trabajo y activismo feminista; nuevos modos de vida. Somos no tan distintes entre nosotres, múltiples, y, a la vez, vamos juntes. Somos les compañeres de cualquier otre pibe.
Referencias Centro de Estudios Legales y Sociales (2019) Segundo censo popular de personas en situación de calle en la CABA. Disponible en: https://www.cels.org.ar/web/2019/07/segundo-censo-popular-de-personas-en-situacion-de-calle-en-la-caba/