Puericultura en la Universidad Pública

Entrevista con Mariana Larroque. Diputada de la Provincia de Buenos Aires, presidenta de la Comisión de Políticas Sociales,  impulsora de la creación de la Tecnicatura en Puericultura y Crianza en la Universidad Nacional de José C. Paz.

Ilustra: Lucila Stern

Límbica: Queremos empezar preguntándote cómo se gestó el proyecto de crear una tecnicatura en puericultura en una universidad pública.

Mariana Larroque: La creación de la Tecnicatura Universitaria en Puericultura y Crianza nace a partir de la elaboración colectiva de un grupo de compañeras que venimos advirtiendo la necesidad de formar profesionales que puedan acompañar a las familias en esa etapa tan fundamental. Uniendo voluntades e intereses de distintos actores fundamentales (desde el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, sumado al interés de las autoridades de la Universidad Nacional de José C. Paz y del Ministerio de Educación de la Nación de la gestión anterior), se logró concretar la tecnicatura. Para que las personas que desean amamantar puedan sostener la lactancia es indispensable el acompañamiento desde todos los ámbitos de la vida social (familiar, laboral y comunitario), pero fundamentalmente desde el sistema de salud. La lactancia es una práctica bio-cultural, tiene un componente biológico/fisiológico y otro condicionado por las pautas culturales, es una práctica que en muchos casos necesita de sostén y de cierto aprendizaje. En la actualidad diferentes profesionales de la salud acompañan a las familias en las distintas etapas del desarrollo, pero entendemos que hay una vacancia en el acompañamiento específico de la lactancia. La atención en lactancia es una incumbencia de varias profesiones, pero las puericultoras son las agentes que se dedican específicamente al sostenimiento y acompañamiento de esta práctica; por eso es necesario formar puericultoras con un título oficial que avale sus conocimientos. Somos muchas las personas que venimos trabajando para que la lactancia sea un derecho. En nuestro país hay puericultoras insertas en las instituciones desde hace muchos años, pero no había forma de acreditar los conocimientos que aplican porque las formaciones no eran oficiales. Sin embargo, el impacto de la atención específica de la lactancia es muy positivo en la instalación y sostenimiento de la misma. Las instituciones privadas y las familias, de forma particular, trabajan con puericultoras desde hace tres décadas, pero la falta de regulación y reconocimiento profesional provoca que solo accedan a esta atención quienes pueden pagarla y deja afuera a muchísimas familias que merecen la misma calidad de atención. Desde la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires presentamos un paquete de proyectos que buscan garantizar el derecho de gestar, parir y amamantar en un contexto respetuoso y de garantía de derechos [1]. En línea con estas iniciativas, la creación de la Tecnicatura en Puericultura y Crianza tiene como propósito formar profesionales idóneas que integren los equipos interdisciplinarios de las instituciones del sistema de salud, tanto públicas como privadas, en el marco de la garantía de los derechos laborales básicos.

L: ¿Por qué crees que la Puericultura no había encontrado en la educación pública superior un espacio antes?  

Es necesario historizar un poco sobre qué viene pasando con la lactancia a nivel mundial las últimas décadas. A lo largo de la evolución del ser humano la leche humana fue siempre la forma adecuada de alimentación para lxs bebés. Hasta principios del siglo XX no había sustitutos eficaces para garantizar el desarrollo saludable por la imposibilidad de igualar la composición de la leche humana, específica para nuestra especie. Amamantar era prácticamente la única opción hasta que comenzaron a surgir las leches de fórmula, que se presentaron como una excelente alternativa para que las mujeres pudieran delegar las tareas de cuidado y alimentación de las y los más pequeños, dedicando ese tiempo a otras ocupaciones. Las leches artificiales fueron la respuesta ante la necesidad, en determinada etapa del desarrollo del sistema capitalista, de incorporar masivamente a las mujeres al mercado del trabajo y acompañado, a su vez, de las reivindicaciones de los movimientos feministas que veían en la lactancia un modo de opresión y limitación para muchas mujeres. La alimentación artificial se volvió popular de la mano de campañas publicitarias muy agresivas, que convencieron a profesionales y familias de que estas fórmulas eran una excelente alternativa, equivalente o engañosamente mejor, que la leche humana. Esto provocó que las tasas de lactancia cayeran abruptamente a nivel mundial y que se perdieran saberes relacionados a esta práctica. Sin embargo, con el correr de los años también fueron siendo cada vez más evidentes los efectos adversos del uso masivo de leches artificiales. Aumentó drásticamente la obesidad infantil, así como también se registraron más complicaciones en enfermedades frecuentes de la infancia, como son las infecciones respiratorias e intestinales, como también trajo consecuencias en la salud integral de las mujeres. Estas nuevas realidades fueron evaluadas por la comunidad científica y poco a poco se fue obteniendo evidencia irrefutable de los beneficios de la lactancia y la leche humana. Desandar el camino que se había tomado, al abandonar la lactancia, es una ardua tarea. La práctica de amamantar es un proceso singular que no responde a recetas mágicas, en muchos casos fluye espontáneamente, pero hay muchos otros en los que es un camino de obstáculos por infinidad de motivos. Cada persona que amamanta y cada bebx son únicos y es indispensable contar con un marco teórico que pueda sustentar los abordajes más apropiados para cada caso. La puericultura, como disciplina moderna, viene a saldar esa deuda con las personas que desean amamantar conscientes de los beneficios de esta práctica. 

L: Respecto a las teorías, ¿de dónde se recuperan los saberes y experiencias que se transmiten en la carrera?

El armado de esta oferta curricular se trabajó con profesionales de diferentes disciplinas: medicina, ciencias de la educación, antropología, psicología y puericultura, entre otras, integrando los saberes ancestrales con la evidencia científica y la experiencia del ejercicio de esta profesión, que lleva muchos años de práctica en nuestro país. Tiene una mirada integral que aborda la lactancia y la crianza desde una perspectiva de derechos y trabaja fundamentalmente el vínculo entre la persona que amamanta y la, el bebé. Se incluyeron en el plantel docente a puericultoras que ya ejercen como tales, y se confeccionó un programa curricular que acerque a las estudiantes al campo práctico desde el primer cuatrimestre de la formación.

L: ¿Qué impacto pensás que tienen estas iniciativas en el campo de la salud pública, notás resistencias?

El impacto es radical e instantáneo tanto en la salud de lxs bebxs, como en la de las mujeres o personas que amamantan. Está comprobado que el acompañamiento específico en lactancia funciona en términos concretos, que aumentan las tasas de instalación y sostenimiento de la lactancia, y favorece vínculos sanos, amorosos y respetuosos que perduran más allá de la niñez. Hay evidencia científica que certifica que la leche humana es un factor preventivo que protege a lxs bebxs, a través de los anticuerpos que contiene la leche humana, generados a partir del historial inmunológico de la persona que amamanta. La promoción y el apoyo a la lactancia debe ser una política pública. Ahora bien, la formalización del ejercicio de la puericultura encuentra sus resistencias en el ámbito de la salud. Es fundamental poner el foco en el bienestar de los bebés, las bebés, las mujeres y las familias, entendiendo que todos los roles se complementan, que los equipos son integrales y que el sostén y el apoyo en esas etapas fundamentales transforman historias de vida.

L: Por último, en función de lo transitado ¿Qué desafíos se presentan para fortalecer la lactancia desde una perspectiva de género en el campo de la salud?

El principal desafío es jerarquizar la lactancia. Amamantar es una tarea de cuidado de tiempo completo, que demanda muchísimo esfuerzo y por lo tanto debe valorarse en su real dimensión. El campo de la salud debe informar certeramente respecto de los beneficios de la lactancia y los riesgos de la alimentación artificial, generando las condiciones de posibilidad para que cada familia elija de qué manera quiere alimentar y criar a sus hijxs. La perspectiva de género no puede dejar de lado las pautas culturales de cada familia, el respeto por esa diversidad debería ser la norma. Los espacios de lactancia en los ámbitos laborales son un claro ejemplo de lo que implica la corresponsabilidad en las tareas de cuidado. Cuando una mujer desea sostener la lactancia, luego de reincorporarse a su trabajo remunerado, es indispensable que cuente con un espacio para extraerse leche y conservarla de forma segura, y para que esto sea exitoso es importante que los empleadores y compañerxs de trabajo entiendan y respeten ese derecho. Los feminismos hemos logrado muchas conquistas en términos de derechos, ya no está en discusión que las maternidades deben ser elegidas y deseadas, ahora nuestro desafío como feministas es garantizar el acompañamiento durante todo este proceso.

Notas

[1]  La adhesión a la Ley Nacional de “Parto Respetado”, el “Plan Estratégico Provincial de Parto Respetado”, que ya es ley, el “Sistema Provincial de Apoyo, Promoción y Protección de la Lactancia Humana”, la adhesión a la Ley Nacional de “Promoción y Protección de la Lactancia”, la “Declaración de Interés Provincial de la Lactancia Humana y la Provisión Gratuita de Leche Humana” y el proyecto de “Regulación del Ejercicio Profesional de la Puericultura”.

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